Llega la Navidad, las calles se iluminan, las casas se adornan y ya se empieza a planificar la comida para estas fechas. Así que podemos aprovechar y decorar nuestros postres con motivos acordes.
Hoy una tarta muy versátil y que no necesita horno, ¡¡más sencillo imposible!!
BASE DE GALLETA:
Molemos las galletas en una picadora o con un rodillo o una botella entre dos paños limpios. Las mezclamos con la mantequilla derretida. Empiezo mezclando con una cuchara, pero acabo con las manos, para ir viendo la consistencia. La galleta debe quedar húmeda pero suelta, sin apelmazarse al apretarla con la mano, luego con el reposo queda perfecta.
La ponemos en el molde donde vayamos a hacerla (yo suelo hacerla con un aro de repostería, pero también puede ser un molde desmoldable normal o sin poner la base, directamente sobre la bandeja donde queramos servir).
El tamaño ideal para estas cantidades es de 24 cm de diámetro.
Extendemos bien la galleta, y aplastamos con los puños, para que quede bien "prensada".
Por último la metemos en la nevera hasta que volvamos a necesitarla.
LAS CREMAS DE CHOCOLATE:
Cada parte será de un chocolate diferente: negro, con leche y blanco. Podemos ponerlas en el orden que más nos guste.
Yo las suelo variar según la decoración que vaya a poner.
Todas las cremas se hacen igual, sólo varía la cantidad de azúcar ( 50 gr para la parte de chocolate negro, 30 para la con leche y sin azúcar para la parte de chocolate blanco).
Medimos 250 ml de leche, y vertemos una parte en una taza (a ojo, más o menos media taza) en la que desharemos bien un sobre de cuajada. Hay que revolver bien, para que no se quede ningún grumo que luego se notará en la tarta. Os aconsejo pasarla por un colador metálico al verterla sobre el resto de ingredientes, aunque no lo parezca siempre queda alguno.
Ponemos el resto de leche en un cazo que llevaremos al fuego. Añadimos 250 ml de nata, y removemos de vez en cuando para para que no se pegue. Cuando esté caliente, añadimos el chocolate troceado en onzas, y no paramos de remover para que no se queme, ya que el chocolate va al fondo antes de derretirse y puede estropearse fácilmente.
Cuando está derretido, añadimos el azúcar y damos unas vueltas más.
Es muy importante que el chocolate no se queme, pues cambiará tanto el sabor como la textura de la tarta.
Añadimos entonces la mezcla de leche y cuajada siguiendo las instrucciones del fabricante. Vertemos sobre el líquido caliente, removemos sin parar hasta que hierva, retiramos unos segundos del fuego y volvemos a llevar sobre éste, todo el tiempo sin parar de revolver. Notaremos enseguida como espesa un poco.
Y vertemos la crema de chocolate sobre la base de galletas, con cuidado para no levantarlas. Suelo poner una cuchara sobre la que vierto la crema, para que amortigüe la fuerza de caída.
Mientras va enfriando, hacemos la siguiente crema, con el mismo procedimiento. Si el color de la siguiente crema va a ser más oscuro, supuestamente no hace falta lavar el cazo, aunque yo lo lavo siempre por si acaso).
Cuando esté lista, verificamos si la primera está lo suficientemente cuajada. Para ello hacemos unos pequeños surcos (que de paso nos servirán para que los distintos pisos no resbalen entre ellos). No hace falta que esté cuajada del todo, pero comprobaremos que no esté demasiado líquida. Si no lo está, unos minutitos de nevera y a volver a probar. De todas formas, lo único que pasa es que los chocolates se mezclan, pero por supuesto puede comerse igual.
Vertemos con cuidado (utilizando otra vez la cuchara), y hacemos la tercera crema, exactamente del mismo modo que las anteriores, y con las mismas precauciones antes de verterla.
¡¡La tarta está lista!! La metemos en la nevera y dejamos que enfríe.
Me gusta hacerla al menos con 2 días de antelación, pero puede hacerse con menos tiempo. Eso si, gana mucho con el reposo.
DECORACIÓN:
Yo utilicé la técnica de la platilla y la hoja de acetato que os expliqué en otro post. Descargue el Papá Noel de internet y utilice chocolate de varios tipos.
Os recomiendo que empecéis por la silueta y lo metáis a la nevera para que endurezca antes de seguir, así evitaremos que se mezclen los colores del chocolate.
Espero que os guste.
XOXO.
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