Los elementos principales de la repostería son: huevos, leche, harina, mantequilla, chocolate, esencias, licores... y, por supuesto, azúcar. La historia de la repostería parece transcurrir paralela a la del azúcar, pero esto no ha sido siempre así. En realidad la repostería, tal como la conocemos hoy, apenas cumple 200 años de historia.